Con motivo de la decisión china de hacer de Shanghái una zona de libre comercio, reproduzco a continuación un artículo de mi autoría de 2003. Curiosamente la apertura china se da hoy, 29 de septiembre, fecha del nacimiento del economista liberal Ludwig von Mises.

Paul Laurent

shangaiDon Diego García Sayán nos dice (El Comercio, domingo 2 de noviembre) que la salida está en seguir el ejemplo del capitalismo asiático. Recalca que el espectacular crecimiento económico de los países de como China y Corea del Sur se debe más a la existencia de un Estado fuerte y regulador que al mercado. A su entender, el laissez-faire por sí solo no basta.

Para este antiguo revolucionario marxista la vocación por la hegemonía de lo político por sobre las libertades sigue intacta. Ello es lo que ahora lo conminan a pensar que sin el Estado de por medio todo es ilusión.

Esto es curioso. Si antes pregonaba la nacionalización de los medios de producción y la colectivización de la tierra, hoy nos sale que la salida está en el camino inverso. Esto es estupendo. No se podrá negar que estamos ante un viraje, pero tampoco se habrá de soslayar que el núcleo del ideario clasista ha sobrevivido tercamente al paso del tiempo: el Estado como director de lo económico.

Así es, quien luchó desde un inicio contra la dictadura fujimontesinista no expresa ni el más leve de los reparos contra las no precisamente ejemplificadoras democracias asiáticas. Por lo menos, en cuanto a las naciones citadas por García Sayán, ninguna está en condiciones de dictar cátedra sobre los valores constitucionales y la decencia en el manejo de la cosa pública.

No por nada Fujimori siempre admiró estos regímenes. Él, que para muchos podría convertirse en nuestro Pinochet o en una superación finisecular de Odría, veíase más como un Suharto, el dictador indonesio que estuvo en el poder durante treinta años (1968-1998), aunque claro, con el éxito de un Park Chung-hee, adalid, con su ley marcial de 1972, de las transformación economía surcoreana.

La experiencia política de la mayoría de estos países ha sido marcada por el militarismo más fiero y corrupto. Y cuando la soldadesca no asoma nos topamos, por ejemplo, con un Japón regido por el mismo partido (el Liberal Democrático) por más de medio siglo.

Quizá para nuestro jurista aquello de respeto a las leyes y derechos de las personas sigan siendo sutilezas pequeño burguesas. De repente su fascinación por el milagro chino se deba más a una bolchevique añoranza antes que una lúcida postura. El que sea el Partido Comunista el timonel del espectacular despegue económico lo tiene que cautivar sobremanera.

No menciona ni por delicadeza los crímenes y las violaciones a los derechos humanos. Si tuviera que hablar del Chile de Pinochet eso lo resaltaría antes que nada. De Taiwán, que desde la década del 60 es uno de los “Tigres del Asia”, obviamente no opina. Esta ínsula fue una dictadura hasta 1996. Es decir, como el grueso de las naciones que por esas latitudes han alcanzado la prosperidad y el desarrollo, logró esa ansiada meta fuera de los causes rigurosamente democráticos.

Concebir que sea el Estado y no el mercado el motor del cambio es andar con la lógica de cabeza. Si de alguien hay que aprender algo para salir del atraso y de la miseria no será exactamente de Mao o del revisionista Deng Xiaoping, y ni mucho menos de la camorrera camarilla del PC chino.

Aquí el único paraje que es digno de resaltar es Hong Kong, el lugar más libre del mundo. Su apego a la constitucionalidad anglosajona la marcó para siempre. Si antes fue una envidiada colonia británica hoy es el apéndice de una China que sabe que ese es el camino a seguir. Todo lo bueno que la burocracia de Pekín está haciendo es en virtud a la estela que Hong Kong le ha mostrado. Pero ahí hay un detalle, precisamente aquello que García Sayán no sopesa: son las libertades en plenitud de acción las que forjan la riqueza, no las marañas reglamentaristas y proteccionistas, justamente las que llaman a la connivencia y el desfalco.

(Publicado en el diario Expreso, 10 de Noviembre de 2003)

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