Garcia_4_0Para variar, el ex presidente García no entiende la propuesta de que la gente sea propietaria no sólo del suelo sino también del subsuelo (vid. su artículo «Cambiar para avanzar» en El Comercio). Como se dice coloquialmente, “no la para”. Señala que el “campesino” debe de ser partícipe de esa riqueza vía “devolución de impuestos”. Es decir, el estado históricamente cleptocrático será el que le lleve a su comunidad (vía obras públicas, se entiende) la devolución de los impuestos generados por la riqueza sustraída del subsuelo. No señor, eso no es reconocer derechos. Quien tiene derechos los tiene a título individual (sea como persona natural o jurídica), y si los tiene los ejerce y disfruta como le viene en gana. Si esto último se diera estaríamos ante un cambio radicalmente inclusivo y realmente revolucionario. En cambio, la figura de la “devolución de impuestos” es más de lo mismo. Propio de sistemas que promueven que los delincuentes se disfracen de ministros y de gestores de intereses. Quien tiene derechos no necesita de intermediarios, negocia directamente con el interesado. Pero claro, al político tradicional eso no le interesa. No quiere dejar de aparecer en la foto ni dejar de cobrar su cupo, sea este en metálico o en votos. Por algo el político tradicional es el que practica el arte de hacerse el importante sin realmente serlo.

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