Dos días antes a la Navidad de 1933 una noticia dejó desconcertada a toda Alemania y a Europa: el único culpable del incendio del Reichstag es el siempre sonriente y babeante joven neerlandés Marinus van der Lubbe. La prueba: su propia confesión.
Estamos a seis años antes del pacto germano-soviético que conmoverá a Occidente. Por lo mismo, estamos ante un pacto antes del pacto. O quizá ante un acuerdo tácito de no agresión, el que se oficializará en 1939 con las rúbricas de Molotov y Ribbentrop. Bajo esa tónica, ¿aquél célebre incendio fue una farsa?
Como prueba, Stephen Koch rescata de un noticiero alemán de la época la imagen del comunista Willi Münzenberg entrando al Reichstag detrás del nazi Joseph Goebbels apenas dos días después de la clausura del Congreso Mundial de la Komintern de fines de agosto de 1932 en Ámsterdam. Por lo mismo, ¿qué aconteció desde esos días hasta el aciago 27 de febrero de 1933, día del incendio del Parlamento?
El señalado evento trató sobre el pacifismo, soslayando cualquier mención a la bola de nieve nacionasocialista. Claramente, el peligro del fascismo alemán no era tan peligroso para los autoproclamados campeones de la lucha antifascista. Todo indica que ese cónclave fue un mero acto propagandístico de Stalin para ocultar su decisión de dejarle a Hitler el campo libre en Alemania, siendo que será precisamente el incendio del Reichstag el punto de quiebre hacia el programa totalitario nacionalsocialista.
Hilter recibió la noticia del incendio mientras cenaba en casa de Goebbels. En el acto, se dio una inmensa redada donde se apuntó la culpabilidad de los comunistas. Así es como “atrapan” al famoso revolucionario búlgaro Gueorgi Dimitrov, dándose inicio a una célebre defensa que lo colocará como un héroe que logrará vencer a los nazis en su propio campo.
¿No es raro eso de que los nazis sean derrotados en el ejercicio retórico de un proceso judicial? Para Koch, todo ello fue previamente pautado por los servicios secretos de ambos bandos. Había rumores al respecto desde los primeros días de los nazis en el poder. Y testimonios posteriores de actores involucrados en estos acontecimientos lo confirmarán al momento de renegar del estalinismo.
(Publicado en Publicado en Contrapoder, suplemento del diario Expreso, Lima, 16 de agosto, 2020)