El 20 de agosto de 1672 Johan de Witt es asesinado en La Haya junto a su hermano y colaborador Cornelius. Ambos fueron linchados por la turba de radicales calvinistas. Sus cuerpos fueron expuestos públicamente, siendo víctimas de mutilaciones y antropofagia. Johan fue la máxima autoridad civil de las Provincias Unidas de los Países Bajos, ostentando el cargo de Raadpensionaris (Gran pensionario). Con su muerte se puso término al régimen inaugurado en 1650, conocido como ware vrijheid (verdadera libertad). Bajo ese esquema los Países Bajos vivirá su edad de oro. Alcanzaron una prosperidad sin precedentes. Según los parámetros de la época, supieron de una libertad sin licencias. Tal es como Alejandro Dumas hizo referencia a la apuesta de la ware vrijheid por el comercio libre, del gobierno limitado por las leyes, la tolerancia religiosa, la libertad de prensa y la libre migración. El impacto del gobierno de los hermanos De Witt perdurará por mucho tiempo, siendo que influirá en generaciones de republicanos de nuevo cuño. Sin duda el más célebre de estos será John Locke, que vivió refugiando en ese país durante seis años. Mucho de su liberalismo se lo deberá a su experiencia neerlandesa. En la imagen, el retrato atribuido a Jan de Baen (1633-1702) sobre el magnicidio de los hermanos de Witt.