Jemeres Rojos (Khmers rouges en francés) es el nombre del Partido Comunista de Camboya que depuso a la dictadura del general Lon Nol el 17 de abril de 1975. El nombre se daba en virtud a la evocación del imperio jemer que gobernó entre los siglos IX y XV y que se extendió por territorios que hoy ocupan los actuales países de Tailandia, Laos, Vietnam, Birmania, Malasia y ciertamente Camboya.
Ni bien tomaron el poder, los jemeres rojos rebautizan el país como Kampuchea Democrática. Su máximo líder fue un antiguo maestro de escuela comunista que encubría su verdadera identidad bajo el nombre de Pol Pot. Realmente se llamó Saloth Sar. Fue hijo de un próspero pequeño hacendado quien lo envió a estudiar a Francia, donde se hizo comunista.
Fiel a los manuales marxistas, Pol Por buscó “reinstaurar” el comunismo agrario. Para ello conminó violentamente a sus compatriotas a abandonar las ciudades. Ordenó que antes de la diáspora al campo se procediera a destruir todo vestigio de modernidad capitalista. Tal es como se destruyeron tanto lujosos automóviles como maquinarias de la insipiente industria camboyana, a la par que simples electrodomésticos (como radios, licuadoras, lavadoras, secadoras, etc.). De esa manera es como se dio vida al “año cero” de la Camboya comunista. A partir de ese momento los campos de trabajos forzados, tanto como la tortura y el asesinato (tanto el selectivo como el masivo), fue la constante. Se estima que de un total de diez millones de habitantes, dos millones de personas fueron asesinadas. Como trágica anécdota, incluso se llegó a interrogar a niños menores de cinco años para que confiesen si eran agentes del imperialismo y de la burguesía.
El gobierno de Pol Pot duraría hasta octubre de 1979, cuando Vietnam invada el país y proceda a derrocar al régimen.