¿Es Verónika Mendoza más peligrosa para la democracia y las libertades que el Humala del 2011? Si Humala terminó respetando las reglas de juego democráticas, ¿qué invita a pensar que Mendoza no repita el aprendizaje? Si Mendoza procede como Humala (su ex líder golpista) la institucionalidad democrática ganaría mucho, aunque no la institucionalidad económica. Se puede ser demócrata a carta cabal tanto como un furibundo enemigo del comercio libre y de la economía sana. Empero, si Mendoza gana no tendría mayoría. Acaso ni siquiera la primera minoría ni nada parecido, como sí lo tuvo Humala. Según las encuestas, Mendoza se encontrará con un fujimorismo apabullante en el Congreso: unas 70 curules. Si a ello le sumamos lo que PPK y otras fuerzas pueden aportar, la viabilidad de que Mendoza imponga su “gran transformación” sería nula. Sin embargo, ¿qué tan sólida pudiera ser la convicción democrática y propiamente a favor de una economía más sana y sin déficit fiscal por parte de esta posible oposición a un hipotético gobierno de Mendoza? Recordemos: la burocracia estatal se ha inflado considerablemente desde el 2001. El Perú ya no crece económicamente como antes, pero sí crece su gasto público como nunca antes.