Milton Friedman es un autor propio del antiliberal siglo XX. Así, no cree en los mercados libres tanto como se suele decir. Nadie quien asuma el credo de la “competencia perfecta”, la falsa distinción entre “micro” y “macroeconomía” y el monopolio estatal de la moneda puede decir al mismo tiempo que es partidario de una sociedad libre. Será desde esa base antiliberal que justifique la falsa convicción de que los derechos sociales (derechos estatales) son un derecho y que por ende deben de ser financiados a través de “políticas públicas de mercado”. En conclusión, Milton Friedman permite que el antisocial estado quede tan intacto como la congénita demagogia y corrupción de los políticos que viven de él expoliando a la sociedad. Y a pesar de ello, nadie como Friedman hizo tanto ruido a favor del discurso liberal. Ciertamente como comunicador fue mucho más efectivo y captó mayor atención que los pensadores propiamente liberales que le precedían. Ese fue su gran aporte, brindarle al liberalismo una nueva oportunidad, y eso se agradece.